“A los políticos y a los pañales hay que cambiarlos seguido… y por las mismas razones” (George Berna

Política, la fibra más frágil.

Hablar de política es tedioso y esto debido a que se llega al punto en donde creemos que tenemos la única y verdadera razón, en donde sin reparos endiosamos a nuestros candidatos o a sus partidos políticos, nos enamoramos sin darnos cuenta de la candidata o el candidato, creemos conocer como la palma de nuestra mano a ese candidato y tal vez nunca hemos tenido la oportunidad de hablar en persona, o quizás solo le hemos visto una vez.

Creemos tener la única razón, no es válido lo que los demás piensen, llegamos al punto de creer que el otro candidato es nuestro peor enemigo, no aceptamos que nuestro candidato es un ser humano que come, duerme y tiene problemas como cualquiera de nosotros y a su vez tiene debilidades y errores, que no es un ser perfecto. NO PODEMOS SEGUIR SACANDO LO PEOR DE NOSOTROS.

Nos sentimos atacados y hasta ultrajados cuando alguien hace un comentario desfavorable contra el candidato de nuestro gusto, ¡la política es la fibra mas frágil! en donde estamos dispuestos a debatir con groserías y a no aceptar el pensamiento del otro y el que piense diferente se convierte en nuestro enemigo.

Estamos en el punto en el que dividimos a los candidatos por estratos sociales y de ahí nos valemos para insultar con más fuerza al que apoya a uno y no al otro, a veces hasta creemos que el de estrato cero (0) no puede elegir al de “derecha” o el de estrato seis (6) al de “izquierda” y así vamos por la vida creyendo que el único derecho es el propio y que la opinión de los demás no sirve ni para limpiar el polvo.

Se nos olvida que aquí ninguno de los electores tenemos la verdad absoluta, nos desgarramos la voz “por el mejor” y olvidamos que esto es un juego de azar en donde elegimos al que convence a la mayoría, pero no sabemos si va a cumplir cualitativa y cuantitativamente el cargo para el que fue elegido, este es el juego más peligroso, en donde conseguimos enemigos innecesarios y destruimos lazos de hermandad y amistad por el hecho de que no aceptamos que los demás piensen diferente.

Lo más difícil de esta contienda es la forma tan insulsa que se ha llevado, los insultos es el fuerte, se me hace ver un partido entre millonarios y nacional, en donde el canto principal es “van a morir, van a morir” como si después de esos 90 minutos no existiera más vida, en las calles no se puede hablar de política porque se es un tibio, un paraco, un mamerto, un comunista, un asesino, un castrochavista pero no SE PUEDE ser tan solo una persona que piensa diferente.

¡SALGA A VOTAR NO A INSULTAR!

“A los políticos y a los pañales hay que cambiarlos seguido… y por las mismas razones” (George Bernard Shaw)